Este emprendimiento más que ser una unidad de negocio, es una idea que busca rescatar la agricultura tradicional, favoreciendo los factores ambientales, sociales y económicos.

Esta idea nace en una mujer de raíces campesinas, que al ver la gran demanda que tiene el mercado actual por los productos que se cultivan de manera orgánica, quiso aprovechar sus conocimientos profesionales e iniciar con una huerta casera piloto, que permitiera acceder a semillas sin modificaciones genéticas, siendo esta un éxito y punto de partida para potencializar y abrir puertas en consumidores locales que buscan mejorar los productos que llevan a sus mesas.

En vista que la demanda cada día incrementa y la capacidad de producción es limitada, se ve la necesidad de convertir este emprendimiento en proveedor de semillas e idear nuevas estrategias que busquen concientizar a las familias campesinas de sembrar en sus fincas, huertas caseras orgánicas que otorguen sostenibilidad y seguridad alimentaria del territorio.

A raíz que se cuenta con una amplia demanda en el mercado, se ve la necesidad de seleccionar un nicho de mercado especifico, ofreciendo una amplia variedad en hortalizas: repollo, cebolla, brócoli, coliflor, espinaca, coles, maíz, frijol y arvejas, y en plantas aromáticas: manzanilla, romero y cedrón.

Continúa liderando un grupo de mujeres rurales en favor de generar oportunidades que faciliten el desarrollo productivo de sus territorios y potencializar así el acceso a condiciones socio-económicas que le permitan independencia y calidad de vida.